Lechuga fresca en un instante.
- Si queremos tener la lechuga fresca para servirla en pocos minutos no hace falta tenerla en remojo durante muchas horas. Por una parte pierde vitaminas y por otra también aveces no podemos hacerlo por cuestión de tiempo. Se coge un bol y se ponen las hojas de lechuga sin trocearlas (esto haría que también perdiera vitaminas), se pasa por agua y se deja reposar. Entonces encima se pone un bloque de hielo de los que venden de plástico y es cuestión de minutos que ya está listo